martes, 13 de enero de 2009



Toscanas.

Soy enemigo de las series, me parece que es la explotación de un trabajo que nos resulto bien y lo aprovechamos en beneficio propio y para el aburrimiento ajeno.
Esta serie nace de un pseudo encargo, de esos que odiamos, “quiero que me hagas algo así”. Tócate las narices, -algoasí-, pero si no me gusta eso. Y por qué lo hice, pues como no, por amor, por amor a la pintura de la que al final me gusta todo, como decían en mi pueblo de los cerdos “del cerdo me gustan hasta los andares” pues igual me pasa con la pintura, me gusta todo; pero sobre todo por amor a quien me lo encargo, si no de que.
Una vez cumplido el encargo, con una Toscana muy realista, con unos colores calidos, esos cipreses se me quedaron grabados en la retina y me pico el gusanillo de soltarme un poco, con el mismo modelo nace Toscana 2, fovista pero manteniendo el figurativo modelo inicial, y ya era inevitable el Toscana 3, si estuviera sola en el mundo sería una obra abstracta pero con el peso de sus hermanas, no se le puede dar ese calificativo.
Por lo del principio, prometo no repetir lo de las series, también prometo no cumplir mis promesas. Un saludo Manolo López.

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