Ayer acabe especialmente contento esta carrera, no solo por haber bajado tres minutos mí tiempo anterior y entrar en la hora y media, sino porque me sentí bien, hice una recorrido en buena progresión y acabe manteniendo el ritmo no hecho un trapo, como suele pasar en esta carreras ya largas.
Dejemos a un lado los ecos de sociedad, las inauguraciones y la presa rosa, y volvamos a la pintura.
Aunque no soy natural de Granada, pasé mi infancia, adolescencia y parte de mi juventud allí, de pequeño uno de los paseos mas divertidos era ir a ver a los gatos semi-salvajes que vivían en el cauce del Darro desde la iglesia de Santa Ana